Ese “algo” tiene motivos reales y está por fuera de nosotros como personas aisladas, es abarcativo del todo y de todos porque tiene que ver con la evolución misma del ser humano, del planeta y contra ello no podemos seguir mucho tiempo más.
Antes o después haremos los cambios necesarios para seguir viviendo pero con las leyes que la nueva era esta imponiendo a veces suavemente y otras con agresividad como ocurre con los desastres climáticos que estamos sufriendo en todos los destinos del globo terráqueo.
Desde el punto de vista exclusivamente comunicacional que es el que importa aquí los cambios radican en las formas sutiles y más veloces de intercambio que se da entre seres humanos y sobre todo en los “nuevos niños”. Estos ya no necesitan exclusivamente de palabras orales ni escritas o de gestos para comunicar, ellos pueden “decir” y “oír” solo con el pensamiento, ellos pueden aprender a ritmos mucho mas acelerados que los que veníamos manejando en los hogares y en los establecimientos educativos, y pensar en otras frecuencias entre otras cosas.
Para los observadores y profesionales que aun no han entrado en la sintonía que tales seres requieren para ser Acompañados tales conductas pasan a ser sinónimo de desorden y patología, convirtiéndolos rápidamente en candidatos para ser tratados como enfermos y medicados en pos de “detener” y “normalizar” dichas señales.
Es enorme el daño que se les hace a los niños Índigo o Cristal cuando se los evalúa desde la medicina tradicional, se los medica y se los desvaloriza en sus capacidades personales, sus Dones.
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